Hace mu poquito, tuvimos el honor de tener en Chiclana a la investigadora Sandra Heredia. Andaluza y gitana, forma parte de Fakali y es titulada en empresariales y turismo, entre otras cosas. Ella nos contaba cómo para mucha gente gitana+universitaria es un oxímoron. Es decir, lo ven como términos contrarios. También nos contaba que la relación del pueblo gitano con Andalucía había empezado la mar de bien. La Crónica del S.XV cuenta cómo se le recibió con honores:
“A veinte y dos días del mes de noviembre de este año (1462) llegaron a la ciudad de Jaén dos condes de la pequeña Egipto, que se llamaban el uno don Tomás y el otro don Martín, con hasta cien personas entre hombres, mujeres y niños, sus naturales y vasallos. Los cuales habían sido conquistados y destruidos por el Gran Turco; y porque después de ser conquistados parece ser que negaron nuestra fe, hacía muchos días que, por mandato del Santo Padre, andaban por todos los reinos y provincias de la cristiandad haciendo penitencia. Y como llegaron a la ciudad de Jaén, el señor condestable los recibió muy honorablemente y los mandó aposentar y hacer grandes honras…”.
Sin embargo, como Heredia explica, la cosa cambió. El pueblo gitano pasa de ser admirado y querido a perseguido en Andalucía y aunque, según ella, se nos llena la boca diciendo que no sabemos “dónde empieza lo gitano y acaba lo andaluz”, lo cierto es que -aunque “Qué cara más gitana tiene” sea un enorme piropo en Jerez- a Andalucía le queda mucho que revisarse, mucho que ahondar, mucho por visibilizar y mucho por reconocerle al pueblo gitano.
Como aquí estamos pa aprendé y escuchá, compartimos algunas entrevistas, escritos y figuras que hemos compartido en este proyecto en una especie de rebujito especial. ¡Muchas gracias a quienes habéis tenío paciencia a veces con nuestras torpezas y a quienes habéis querido charlá una mijilla por aquí! ¡Esperamos que sirva, aunque sea pa ampliar referentes!
Cañeras y transgresoras
El pueblo gitano y también las mujeres han estao presentes y los siguen estando en cada lugar profesional, público y privado de la sociedad andaluza. Cuando el ideal hegemónico era el ángel del hogar, a las mujeres gitanas se las tachaba de estar muy liberadas sexualmente: representaban el pecado y la carne con figuras como Carmen la Cigarrera. Cuando, de pronto, el ideal cambia y es deseable la libertad sexual, el referente que se escoge nunca es el de la mujer gitana y de pronto pasan a ser las más tradicionales para la mirá hegemónica. ¿Qué coño pasa? ¡Estamos acarajotás joé???! Aquí algunas transgresoras gitanas y andaluzas. ¡Tenemo que meté a la Sandra y a la Noelia y a mucha gente más! ¡Nos falta a mucha peña, pero lo bueno es que puedes aportar en comentarios como parte del artículo.
CIGARRERAS. En Andalucía estuvieron principalmente en Sevilla y Cádiz. Inauguraron el movimiento obrero femenino en un país que por ser mujeres con bajos recursos les daba la espalda. Crearon las primeras Hermandades de Socorro Mutuo y consiguieron las primeras guarderías, escuelas y salas de lactancia dentro de sus fábricas. La marca de la casa de las cigarreras en las huelgas eran los motines. No había movimiento obrero que se preciara en la época que no contara con ellas. La cigarrera más famosa fue la trianera gitana Carmen cuya vida fue llevada a novela por Mérimée. Trabajó para la Real Fábrica de Tabacos y no se sabe cuánto hay de mito y de verdad en su existencia. Con todo -y lejos de los estereotipos de quienes miran con ojos extranjeros- su personaje representa el carácter fuerte y libre que parecían tener estas trabajadoras, aunque la versión de Mérimée se empeñara en sexualizarla (a su manera, claro). En las versiones más controvertidas de la obra, Carmen es la que acaba matando a su agresor y no al contrario: como se narra en la obra original. Las Cigarreras trianeras eran hiper cañeras, cogían un barco para ir de Triana a la Fábrica y convivían en corralas. En la foto, María José Llergo. FLAMENCAS. Bailaoras, cantaoras, tocaoras… Difícil aglutinarlas en un sólo término. Sus taconazos, lunares y sus quejíos difundieron un lenguaje que iba más allá de las palabras. Las mujeres flamencas gitanas y andaluzas fueron pioneras y defensoras de muchas libertades. Sus taconazos y la libertad de sus faldas y sus lunares llegaron antes que muchos libros, que muchos derechos, que muchos discursos. Sus cantes, bailes y son y serán un legado, una reivindicación y un discurso que no siempre sabemos ver.TOCAORAS. Las mujeres gitana andaluzas siempre han estado al frente de la guitarra. Los cuadros del romanticismo andaluz recogen la figura de muchísimas mujeres tocaoras. Una de ellas fue Ana Amaya Molina (Ronda, 1855) conocía como Anylla la Gitana o Anilla la de Ronda. También era cantaora y se acompañaba a sí misma con la guitarra.
Imagen del Documental Tía Anica la Piriñaca. JORNALERAS. La lucha de las jornaleras andaluzas no puede olvidar a las mujeres gitanas. Trabajadoras del campo, las mujeres tenían que enfrentarse a una doble jornada. Las historias de opresión de los latifundios y los cortijos está impregnada también del trabajo de estas mujeres y sus múltiples tareas y oficios. Hoy tampoco podemos olvidar a tantas mujeres que emigran para asumir estos trabajos en Andalucía bajo condiciones de semiesclavitud como la temporeras marroquíes. Sólo quienes alguna vez han trabajado el campo saben la dureza de estos trabajos.
JOSEFA DURÁN. PEPITA DE OLIVA. Si a su nieta, la escritora Vita Sackville-West la tenemos como un referente transgresora, su abuela lo era también y mucho. La bailarina malagueña y gitana Josefa Durán (Pepita de Oliva) conocida como “La Estrella de Andalucía” popularizó unos pantalones que todavía hoy se conocen en la sociedad checa como “pepitahosen”. Las pasiones que despertaba Pepita eran tales que a los desmayos de su público se les conocía como “delirium Pepitatoririum”. ¿Y tú? ¿Has tenío un delirium pepitatorium hoy?
JUANA MARTÍN MANZANO. Diseñadora de moda especializada en trajes de flamenca, novia y pret-a-porter, gitana y cordobesa y primera en muchas cosas. Su debut en la Pasarela Cibeles fue el primero de una mujer andaluza como diseñadora y obtuvo un gran éxito y reconocimiento.
MALA RODRÍGUEZ. María Rodríguez Garrido. Una de las raperas más conocidas internacionalmente. Jerezana, de padre gitano, ha destacado por su libertad y descargo sobre el escenario y por letras que habla de las mujeres desde el poderío y bajo escasos cánones morales. En Quién manda aquí afirma: “Y si ya tengo el agua que me da la lluvia, si conozco lo grande que me da el cielo, si ya tengo lo oscuro que me da la noche, si entiendo lo que pasa cuando arde el fuego. Si se abren los caminos cuando hay estrellas, si puedo vivir con lo que cae al suelo. Si no me falta la esperanza gracias a la mañana… Yo no necesito poder”. En su último hit, sus raíces quedan más que claras
TERE PEÑA. De Lebrija, Sevilla. Premio Nacional de la Cátedra de Flamencología de Jerez por su enorme labor de difusión del cante gitano más profundo gracias a su programa “Temple y Pureza”. Periodista gitana ganadora de un premio Grammy de la música en 2002 por la producción de la obra “Mis 70 años con el cante”, de Chocolate.
LA NIÑA DE LOS PEINES. Sevillana. Fue una cantaora gitana flamenca considerá como una de las voces más importantes en la historia de este arte. Su auténtico nombre era Pastora María Pavón Cruz. Famosa por sus cantes republicanos.
“Quisiera yo renegar
de este mundo por entero,
volver de nuevo a habitar
¡mare de mi corazón!
volver de nuevo a habitar,
por ver si en un mundo nuevo
encontraba más verdad”.
Medio: Feminismo Andaluz, 22 noviembre, 2019