Jorge Nedich, gitano, docente y escritor, explica cómo esas declaraciones fomentan la discriminación hacia su comunidad.
“Todo el ‘clan mafioso de gitanos’ detenidos, incluido el segundo que iba en el auto, uno de los dos asesinos de Yadon y el que hirió gravemente al diputado Olivares”, informó ayer la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien sin olvidar el tono revanchista de su discurso completó: “¡El que las hace las paga!!!”. Jorge Emilio Nedich, escritor, docente y gitano, condenó los dichos de la ministra y reflexionó sobre la discriminación que sufre su comunidad: “Esas canalladas en boca de una ministra lastiman profundamente, porque nos discriminan y nos marginan”, dijo en diálogo con este diario. “Si ella quiere investigar las mafias, que busque más cerca. Que empiece por el presidente mismo”, la desafió.
“Esta familia, por lo que yo sé, es gente de trabajo, que se ofendió, tomó venganza y supongo que deben estar todos arrepentidos, agarrándose la cabeza”, dijo Nedich a PáginaI12, sobre los principales sospechosos detenidos por el ataque contra el diputado Héctor Olivares y el funcionario Miguel Yadón.
“Todo el ‘clan mafioso de gitanos’ detenidos, incluido el segundo que iba en el auto, uno de los dos asesinos de Yadon y el que hirió gravemente al diputado Olivares”, informó ayer la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien sin olvidar el tono revanchista de su discurso completó: “¡El que las hace las paga!!!”. Jorge Emilio Nedich, escritor, docente y gitano, condenó los dichos de la ministra y reflexionó sobre la discriminación que sufre su comunidad: “Esas canalladas en boca de una ministra lastiman profundamente, porque nos discriminan y nos marginan”, dijo en diálogo con este diario. “Si ella quiere investigar las mafias, que busque más cerca. Que empiece por el presidente mismo”, la desafió.
“Esta familia, por lo que yo sé, es gente de trabajo, que se ofendió, tomó venganza y supongo que deben estar todos arrepentidos, agarrándose la cabeza”, dijo Nedich a PáginaI12, sobre los principales sospechosos detenidos por el ataque contra el diputado Héctor Olivares y el funcionario Miguel Yadón.
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“El modo de operar que tuvo esta gente, que estaba borracha, la pachorra con la que actuaron, con armas propias y auto propio, el haber estacionado en el garage de siempre, en el barrio en el que viven, no responden a la característica de una familia mafiosa”, consideró el escritor. Y aclaró: “Y esto que digo no exime a los gitanos de la barbaridad que hicieron, por la que tendrán que pagar. Pero de ahí a hablar de mafia gitana… ¿Qué está diciendo la ministra? Es la ministra, y tiene que tener cierta coherencia porque somos muchos los que después tenemos que enfrentar, a partir de lo que ella dice, la estigmatización social”.
Nedich opinó: “Hay una novela mía, que se llama El aliento negro de los romaníes, donde el protagonista es muy pobre y quiere salir de la pobreza teniendo tres hijas para casarlas y, con la dote, comprar un oso que baile y los llene de plata. Esa idea es tan absurda como la que plantea un personaje de Roberto Arlt, que pretende financiar la revolución con el dinero de la prostitución. Y es tan absurda como tildar a esta familia de mafia gitana. Se parece más a una expresión literaria sin fundamentos que a información brindada por una ministra, porque así como el gitano no se va a hacer rico con un oso bailarín, así como no se puede financiar la revolución con plata de la prostitución, no se puede afirmar que dos tipos borrachos que en su propio vehículo hacen lo que hicieron para luego esconderse en el propio seno pertenecen a la ‘mafia gitana’”.
“La ministra nos tiene acostumbrados a este tipo de declaraciones y la verdad es que son ofensivas. Yo me pregunto: si los hechos, así como están, sin tocar nada, los hubieran cometido dos judíos, ¿diría que fue la mafia judía? Y si lo hubiera dicho, ¿seguiría siendo ministra?”, cuestionó Nedich. “Si ella quiere investigar las mafias, que busque más cerca. Que empiece por el presidente mismo, que hizo una confesión acerca de su padre. Yo creo que Claudio Avruj, Julio Croci y Aníbal Gutiérrez deberían hablar con la ministra porque no todo es mafia. Si hablamos de mafia, ¿por qué no nos preguntamos por la fuga de capitales y la timba?”, agregó.
Finalmente, tras las repercusiones que tuvo el mensaje de Bullrich, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación sacó un comunicado para expresar su “preocupación por las referencias a la comunidad romaní, a propósito del ataque al diputado, Héctor Olivares, y el asesinato del funcionario, Miguel Yadón”. “Nos parece desatinado englobar a toda la comunidad gitana y ligarla a conductas delictivas, por el solo hecho que algunos de sus miembros puedan haber cometido un ilícito por el que deberán responder ante la justicia que tiene una investigación en curso”, manifestó la Secretaría a cargo de Avruj.
Nedich también cuestionó el rol de los medios, que “lamentablemente se hacen eco de estos discursos, en el afán de vender. Estas cosas lastiman mucho. Porque hay una ética periodística que no se respeta y, de parte del gobierno, hay una inacción total respecto a estos abusos”, expresó.
Jorge Nedich nunca fue a la escuela. Tras algunos intentos en el sistema educativo, terminó aprendiendo a leer y escribir por su cuenta y hoy es autor de varios libros, entre ellos Leyenda gitana, El Pepe Firmenich y El aliento negro de los romaníes. “Yo soy docente y puedo asegurar que hay muchísima dificultad para que los chicos de la comunidad gitana ingresen al jardín. Y también hay muchos problemas en la primaria, porque no todas tienen vacantes para los gitanos. En muchas provincias se los educa fuera de los establecimientos, y eso no se puede hacer”, explicó Nedich. Y cuestionó: “¿Por qué nosotros tenemos tantas dificultades para ser aceptados por las escuelas y por nuestros compañeros de trabajo? ¿Qué pasa con la discriminación? ¿Qué está haciendo el Inadi? ¿Por qué de más de 80.000 gitanos yo soy el único, creo, que tiene un título y que ejerce la docencia?”.
“Esas canalladas en boca de una ministra lastiman profundamente, porque nos discriminan y nos marginan. Por la falta de escolarización, tenemos un promedio de vida de 55 años, no conocemos nuestros derechos ni los derechos del otro, no hacemos aportes. El 70 por ciento de las personas mayores de 50 años es analfabeta y solo el 30 por ciento lee y escribe, pero no terminó la primaria o la secundaria. Los menores de 50 apenas leen y escriben y solo un 20 o 30 por ciento terminaron la primaria”, informó.
Fuente: pagina12.com.ar