El artículo que ustedes mencionan es de hace cinco años y, en el momento de su publicación, ya tuvo lugar un debate sobre el mismo, y tuvimos la oportunidad de intercambiar impresiones con la Fundación Secretariado Gitano, que nos escribió diciendo cosas muy parecidas a las que ustedes comentan ahora. Por tanto, reproducimos ahora casi de forma literal nuestra respuesta de 2013, que para nosotros sigue vigente.  

Por mucho que nos parezca importante y necesaria la labor que ustedes llevan a cabo, lamentamos que nos atribuyan erróneamente un discurso del odio que no puede estar más lejos de nuestra filosofía como medio satírico. Si ustedes consideran que hacer sátira es “hacer circo” es porque no comprenden la importancia de este género literario y su cabal contribución en el mundo de la cultura, especialmente a la hora de señalar injusticias sociales mediante la caricatura. 

El Mundo Today no es un medio de comunicación, como ustedes afirman, ni sus responsables son periodistas (no ha lugar, por tanto, la referencia al código deontológico periodístico). Tal como se indica en el aviso legal disponible en la propia página web, El Mundo Today incluye textos de ficción de carácter satírico que, como tales, emplean la caricatura, la exageración y el uso de estereotipos con intención humorística. La finalidad de la página web es el entretenimiento, no la pedagogía ni la información. También en el aviso legal se especifica que sus contenidos se dirigen al público adulto, al que se le estima la capacidad de contextualizar y comprender lo que lee (por mucho que, desgraciadamente, algunos confundan la sátira con el periodismo y la ficción con la realidad). 

 El autor del texto que ustedes mencionan se basa en un sencillo juego lingüístico (la sustitución de la palabra «cole» por la palabra «cobre») y aprovecha esta chanza para visibilizar la realidad de los menores que no disfrutan del derecho a la escolarización, no solo en países llamados subdesarrollados sino también en España. Si algo se hace en esta sátira es, precisamente, poner de manifiesto esta cuestión en un contexto humorístico. En absoluto es la intención de su autor burlarse precisamente de dichos niños. Basta una lectura menos sesgada para darse cuenta de ello; lectura que, afortunadamente, ha efectuado la mayor parte de la audiencia de El Mundo Today. Entendemos y por supuesto respetamos que haya colectivos especialmente sensibles a determinados temas, pero no aceptamos que se nos atribuyan intenciones que no son las nuestras, amparadas en lecturas que manipulan el sentido mismo del texto y su contexto real. 

Desde El Mundo Today hemos sido objeto muchas veces de presiones por parte de determinadas entidades que nos han amenazado para que retiráramos ciertos artículos. No estamos dispuestos a tolerar la censura, y no solo por respeto a nuestra propia libertad de expresión, sino por respeto a nuestros lectores que comprenden y comparten nuestra forma de entender la sátira. 

 Un cordial saludo. 

Respuesta Rromani Pativ 2 

Les agradecemos encarecidamente su mensaje, así como el tono respetuoso de diálogo sincero presente en su escrito de respuesta. No obstante, consideramos que, tanto ustedes como nosotros, nos encontramos ante una singular oportunidad que no debemos desechar inconscientemente. Probablemente, no compartirán nuestra preocupación. Y es lógico. Ustedes no comprenden lo que significa formar parte de un pueblo -no de un colectivo, ya que los colectivos se conforman en torno a filosofías, ideologías sociales o intereses comunes- oprimido simbólica y materialmente en el espacio social desde hace siglos. Hacemos referencia a la cuestión de la opresión, no con ánimo victimario, sino alentados por sus alusiones a la cabal capacidad de la sátira para:» señalar injusticias sociales mediante la caricatura». 

¿De qué lado están los humoristas y escritores satíricos? Habitualmente, ustedes no saben lo que es crecer aprendiendo que su identidad es, generalmente, motivo de burla y que, además, si se atreven a cuestionar este uso problemático de la sátira, serán -sutilmente, eso sí- caracterizados como «censores». Existe ya una larga producción literaria que afronta este debate de forma lúcida y enriquecedora, especialmente en los EE UU, Inglaterra y Sudáfrica. Nos tememos que esta producción crítica que afecta de forma realmente interesante al mundo de la comedia, haciéndolo crecer, está muy lejos de salpicar nuestro contexto. 

No, compañeros y compañeras, nuestra comunidad nunca ha tenido el poder necesario para censar nada. La censura es un ejercicio de poder puesto en marcha desde el estado autoritario en sociedades dictatoriales. Somos gitanos y gitanas asociadas en el ejercicio de la defensa de nuestra imagen pública y dignidad cultural. Únicamente hacemos uso de nuestra libertad. Nuestra libertad de estar manifiestamente en contra del uso del humor cuando este favorece un discurso del odio racial y se utiliza verticalmente, desde una posición de privilegio y, por lo tanto, de poder. Nos aseguran, en un tono evidentemente paternalista, que el motivo de nuestra enérgica discrepancia, así de como nuestra denuncia pública, no es otro que nuestra incomprensión sobre la naturaleza real del género literario de la sátira. También, por supuesto, hacen mención del público al que van dirigidos sus contenidos, un público adulto con capacidad para discernir, comprender y contextualizar lo que lee. Esta ecuación de lógica elemental nos convierte en infantes que rechistan sin razón ni motivo real. 

La prepotencia contenida en estas observaciones destapa cuál es uno de los problemas fundamentales que nos impiden abordar este debate de forma fecunda. Ustedes se encuentran situados en un podio de inteligencia superior desde el cual cualquier discrepancia es caracterizada como una muestra de incapacidad intelectual para comprender su verdadera labor. Ustedes no reconocen su privilegio, pero es precisamente éste el que los lleva a adoptar una falsa posición de superioridad intelectual. La sátira, como ustedes mismos aseguran, no es neutra.  Aseguran que no hacen pedagogía ni se dedican a la información, lo cual es absolutamente cierto. Les pedimos disculpas con total sinceridad por haber hecho mención de funciones que su web no cumple ni tiene intención de cumplir. Sin embargo, no comprendemos bien (será por nuestra incapacidad manifiesta y nuestra condición de lectores sesgados) porque sienten la necesidad de asegurarnos que la sátira sirve para destapar injusticias sociales mediante la caricatura.  

Por otra parte, si esta es su intención, a pesar de que aseguran estar únicamente ocupados en proporcionar entretenimiento al gran público -lo cual se contradice con lo anterior- su escrito sobre «el cobre» no contribuye, en absoluto, a destapar ninguna injusticia. Muchos de nosotros estamos, día a día, peleando a pie de calle con la realidad a la que ustedes, de forma típicamente estereotipada, hacen mención. Desde el conocimiento que nos otorga dicha realidad, estamos en condiciones de asegurarles que, como mucho, su manera de «satirizar» la cuestión ha despertado la hilaridad del público dominante. Un público no gitano que ha sido educado para mofarse del pueblo gitano y no para denunciar «las injusticias» que les afecta. Son ustedes realmente finos cuando se trata de política y economía. Muchos de nuestros miembros disfrutan enormemente con su trabajo desde hace años. Pero cuando se trata de racismo, hay que decirlo, meten la pata. No han conseguido, por el momento, desarrollar una sátira crítica que se ría del racismo, sino que sin saberlo y aunque no se lo propongan -al menos eso aseguran- se ríen de los que experimentan el racismo. Esa es la diferencia entre la sátira crítica y la sátira desde una situación de poder. 

Así mismo, entenderán, que su alusión a la comprensión de una mayoría de sus lectores en cuanto a sus verdaderas intenciones no constituye un argumento sólido, desde nuestro punto de vista. Una gran mayoría de sus lectores son miembros de la sociedad dominante, educada en un ambiente marcado por el desprecio racista. Así bien, lo único que nos atrevemos a pedirles es que, en lugar de reaccionar a la defensiva blindándose, con cierto complejo de superioridad, a través del argumento de la inteligencia, consideren que, quizás, están cometiendo un grave error en su trabajo satírico y están contribuyendo a afianzar estereotipos y tópicos racistas que hacen reír a los sectores más casposos de nuestra sociedad.  

Va otro cordial saludo de vuelta. 

Respuesta de El Mundo Today 2 

Nuestra conversación plantea temas muy interesantes, aunque somos menos optimistas en cuanto a esa oportunidad que nos abre, pues creemos que con el artículo de marras será difícil que lleguemos a un consenso. Es verdad que nosotros no vivimos de cerca la problemática a la que ustedes tienen que hacer frente, pero sin duda podemos comprenderla, igual que uno puede comprender lo que es el cáncer sin padecer la enfermedad. Racionalmente, desde luego, entendemos la importancia del asunto, vaya esto por delante. 

¿De qué lado están los humoristas? Pues habrá que preguntar a cada cual, pues los hay cada uno de su padre y de su madre, algunos parten de sus duros traumas personales, otros en absoluto. Nosotros estamos del lado de los chistes que nos hacen gracia. Y percibimos cierta confusión entre sátira y burla, que no son la misma cosa. Igual que no es lo mismo expresar una opinión desfavorable sobre un chiste y pedir que este chiste se borre. A nuestro modo de ver, la censura se puede producir a muchos niveles, político, religioso, social, familiar o incluso individual si hablamos de autocensura. Mandar callar a alguien o pedirle que elimine algo que ha escrito es censurar, o al menos intentarlo, lo pida un dictador africano o lo pidamos nosotros mismos. La censura a veces se hace efectiva porque el censor tiene poder, y otras no. Depende. Y no siempre es un poder político, a veces es emocional o simplemente económico. Nosotros hemos tenido que borrar artículos, y no precisamente por la presión de un estado autoritario, sino porque alguien decidió gastarse cuatro mil euros en un abogado. 

Dicho lo anterior, que quede claro que nosotros no nos sentimos ofendidos ni ultrajados ni víctimas en todo este asunto. Tienen ustedes todo el derecho a manifestar su desacuerdo, su enfado, pero entenderán que nosotros respondamos de vuelta. Lo decimos por el tema de la superioridad moral que nos atribuyen. ¡Los que han escrito para pedir que eliminemos un texto son ustedes! Pues claro que nuestra actitud es defensiva. Atacar -en el sentido de pedir explicaciones- y luego quejarse de que el otro adopta una actitud defensiva, contraargumentando, es un tanto extraño. Si nuestra vehemencia ha sonado prepotente, que puede ser -el lenguaje escrito tiene esas cosas-, de verdad que no era la intención. Eso sí: en ningún momento hemos insinuado su “incapacidad intelectual”, de estos estamos segurísimos. 

Nos cansan los ofendidos, porque no hay día que no haya alguien insultando o amenazando por algo que hayamos dicho. Pero también nos cansan los humoristas que se atrincheran en su pretendida atalaya. Dedicamos muchas horas a cuestionar nuestros propios chistes, tiramos más ideas de las que desarrollamos y abrimos debates internos. Forma parte de nuestro trabajo. No nos creemos infalibles. Pero, si tras ese proceso de autoanálisis y autocrítica defendemos un escrito que hemos publicado, es porque creemos en él, no porque nos hiera el orgullo que a alguien no le haya gustado. Que no se confunda esto con la superioridad moral, simplemente vivimos tan intensamente nuestro trabajo como ustedes el suyo. 

Sobre la función de la sátira mucho podría decirse, sin duda es un tema interesantísimo. Abreviando, nuestra forma de verla es la siguiente: igual que la película El Padrino señala, o introduce, el tema del crimen organizado es obvio que no hace nada por combatirlo directamente, más allá de abrir posibles debates o poner el tema sobre la mesa (jugando con los estereotipos de la sociedad italiana, por cierto). Igualmente, nadie diría que El Padrino contribuye a fomentar el crimen organizado -si lo hiciera, debería ser ilegal-. Pues bien, con la sátira creemos que pasa un poco lo mismo: pues claro que no pretendemos resolver el tema del trabajo infantil, reiteramos que nuestro principal cometido es el entretenimiento, como lo era el del cine del New Hollywood, pero sí creemos que con ciertas sátiras abrimos debates -sirva el presente como ejemplo-. Aseguran que no hemos hecho nunca sátira crítica con el racismo. Esto ya es un juicio personal, pero dudamos muchísimo que hayan leído los más de siete mil artículos que hemos publicado. Lo que sí pasa muchísimas veces es que nuestros lectores se ríen con nosotros hasta que tocamos temas que les resultan muy cercanos o dolorosos. Entonces ya no se ríen, entonces somos casposos, ya no somos finos. Y lo entendemos porque además es totalmente cierto: no siempre somos finos. Somos conscientes de que nuestra gama de chistes es bien amplia, y que nos movemos desde lo escatológico y soez hasta lo más pedante y cultureta, si se tercia. El chiste del que hablamos, en concreto, y por decir algo, tiene un 80% de juego lingüístico -cobre, cole-, un 10% de costumbrismo, pues se publicó en la época de la vuelta al cole, y un 10% de humor negro simplemente por tratar un tema grave. De ahí a decir que alimenta el acoso hay un trecho. Seamos elegantes o no al hacer determinados chistes, lo que siempre mantenemos es el respeto a las bases de la convivencia, y creemos que sabemos diferenciar entre el humor y el acoso, entre el chiste y la burla, entre la caricatura y la humillación, entre Corleone y Al Capone. 

En este caso simplemente nos sabe mal no haber cumplido sus expectativas. Sinceramente. Ojalá publiquemos en el futuro un chiste sobre gitanos del que ustedes estén orgullosos. Es una pena que, esta vez, nos perciban a nosotros como estando en el lado contrario.  

En cualquier caso, un abrazo y muchas gracias por tener la paciencia de leer este tocho, si es que alguien ha aguantado despierto hasta aquí. 

Respuesta de Rromani Pativ 3 

Les paso un ¨tocho¨. 😉 Contextualización sobre Antigitanismo. Creo que si llegan al final de su lectura, les aportará una visión profunda y amplia. gracias siempre por su, tiempo. Un abrazo, el equipo de RP.

https://rromanipativ.info/wp-content/uploads/2018/08/2018_07_31-RELATO-JORNADA-TRABAJO.pdf

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