Una familia agrede a dos pediatras y a la enfermera que trataron de salvar la vida de un niño que había nacido prematuro y con muchos problemas.
Decenas de policías se han personado este martes por la mañana en el hospital maternal de Granada con el fin de desalojar a una familia gitana, que acababa de apalear a dos pediatras y a la enfermera que habían tratado sin éxito de salvar la vida de un bebé del clan que había nacido prematuro y con diferentes problemas. Los profesionales sanitarios no lograron su objetivo y el niño murió, lo que provocó la ira de los familiares que estaban presentes.
Un grupo de ellos se abalanzó sobre los médicos y la enfermera y comenzó a agredirlos nada más conocer la noticia del fallecimiento. Gritos, insultos y golpes volaban sobre el equipo médico que había atendido al bebé. En concreto, el padre del niño propinó un portazo en la cara a la enfermera que le provocó diferentes heridas al tiempo que lanzaba improperios. Luego asestó varios puñetazos y bofetadas sobre el rostro de los pediatras, que tuvieron que ser atendidos por los servicios de urgencias.
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