Hola buenas tardes. 

Hemos recibido este mail, por parte de una compañera. 

Buenas noches, soy Maria Carrasco, hace unos días asistí al teatro Villarroel en Barcelona, la obra se llama; La Calavera de Connemara, adaptada y representada por el grupo catalán Focus. En un momento de la obra hacen un chiste, una broma bastante fuera de lugar. El personaje principal en un momento importante de la obra dice, que la iglesia vendía los órganos sexuales masculinos a los gitanos antes de ser enterrados, estos servían de alimento para los perros, pero que se lo comían ellos. Me he puesto en contacto con ellos vía correo, tlfno, en fin, hice todo lo que puede para hacerles entender que deberían replantearse el texto. Les envío el correo para que vosotros cómo entidad hagáis lo que corresponda. pepezapata@grupfocus.cat  

Un saludo. María carrasco  

El personatge de Mick Dowd fa una broma al personatge Mairtin, per intentar que es cregui una història sobre els membres sexuals masculins dels difunts. Mick acusa a l’església de vendre els membres sexuals masculins dels difunts als «gitanos», per fer-ne menjar per a gossos. I després va exagerant la broma dient que durant la gran fam, ja no en feien menjar per a gossos, si no que se’l menjaven. És un joc malèvol de Mick, per veure fins a quin punt Mairtin s’ho creu. Al final acaba preguntant al Mossèn i rep una bufetada per dir això. A Irlanda, durant el segle XX, es van produir emigracions massives. Hi havia fam. Hi havia gent que vivia en campaments o de manera itinerant, eren coneguts com tinkers o gipsies. No necessàriament eren del poble Romaní, hi havia els que es coneixen com a «gitanos Irlandesos», perquè eren nòmades. Però va quedar com un estigma social, en la societat catòlica irlandesa, i més en l’àmbit rural. Les pel·lícules del Vaquilla o del Torete, durant anys van ser de les més vistes en el cinema español, i plantejaven una realitat que va ser així, però passats els anys, parlant amb col·lectius del barri de la Mina, també es queixaven que aquells referents havien fet mal a generacions posteriors. Molts nois volien ser com ells. Aquell cinema es basava en casos reals, que havien aparegut als diaris Hi ha moltes ficcions, el cas de la sèrie «Peaky Blinders», que situen a anglaterra una família del poble Romaní, com una banda mafiosa que va prosperant a través de les temporades de la sèrie. També una sèrie anglesa «Utopia», té un desenllaç inesperat referent al poble Romaní (en aquest cas són els únics que se salvarien en una hipotètica fi de la humanitat). Per una banda, sense ànim d’ofendre a ningú, recordar que la ficció és això, ficció. I, per l’altra banda, recordar que s’ha estat fidel a l’obra de teatre de Martin McDonagh, A skull in Connemara. No cal dir que tot l’equip tècnic i creatiu d’aquest muntatge és completament respectuós amb totes les ètnies, la llibertat sexual i de creences. 

TEXTO CASTELLANO 

El personaje de Mick Dowd hace una broma al personaje Máirtín, para intentar que se crea una historia sobre los miembros sexuales masculinos de los difuntos. Mick acusa a la iglesia de vender los miembros sexuales masculinos de los difuntos a los «gitanos», para hacer comida para perros. Y luego exagerando la broma diciendo que, durante la gran hambruna, ya no hacían comida para perros, si no que se lo comían. Es un juego malévolo de Mick, para ver hasta qué punto Máirtín lo cree. Al final acaba preguntando al Padre y recibe una bofetada para decir esto. En Irlanda, durante el siglo XX, se produjeron emigraciones masivas. Había hambre. Había gente que vivía en campamentos o de manera itinerante, eran conocidos como tinkers o GIPS. No necesariamente eran del pueblo Romaní, estaban los que se conocen como «gitanos irlandeses», porque eran nómadas. Pero quedó como un estigma social, en la sociedad católica irlandesa, y más en el ámbito rural. Las películas del Vaquilla o del Torete, durante años fueron de las más vistas en el cine español, y planteaban una realidad que fue así, pero pasados ​​los años, hablando con colectivos del barrio de la Mina, también se quejaban de que aquellos referentes habían hecho daño a generaciones posteriores. Muchos chicos querían ser como ellos. Aquel cine se basaba en casos reales, que habían aparecido en los periódicos Hay muchas ficciones, el caso de la serie «Peaky Blinders», que sitúan a inglaterra una familia del pueblo Romaní, como una banda mafiosa que va prosperando a través de las temporadas de la serie. También una serie inglesa «Utopía», tiene un desenlace inesperado referente al pueblo Romaní (en este caso son los únicos que se salvarían en una hipotética final de la humanidad). Por un lado, sin ánimo de ofender a nadie, recordar que la ficción es eso, ficción. Y, por otro lado, recordar que ha sido fiel a la obra de teatro de Martin McDonagh, A skull in Connemara. Huelga decir que todo el equipo técnico y creativo de este montaje es completamente respetuoso con todas las etnias, la libertad sexual y de creencias.

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